Uber y taxis ¿Son el mismo servicio?
Desde que el ministro de hacienda Felipe Larraín informó de incorporar impuestos a las plataformas digitales, se ha desatado diferentes opiniones de lo correcto o incorrecto de la medida, y para justificar o no un impuesto debemos entender de qué se trata cada uno de ellos. El transporte de personas en nuestro país no está afectó a impuestos al valor agregado, pero si al impuesto de las ganancias y otros que gravan la actividad. Una empresa de transporte paga impuestos y también puede descontar impuestos de los insumos como el IVA y los impuestos específicos a los combustibles.
Uber es una plataforma digital creada en el extranjero y alojada en servidores en el extranjero, cuyos servicios son globales al igual que Facebook, Airbnb, Google o Amazon, y por qué no agregar también a AliExpress. Estos servicios de información son libres y globales, en que nadie esta obligado a informarse, por lo que pensar en gravarlos es una idea descabellada.
¿Debe gravarse la demanda de estos servicios? Probablemente la autoridad esgrimirá cualquier justificación para obtener más recursos fiscales, pero la respuesta es rotunda: NO.
Primero, son servicios extranjeros, quienes en sus respectivos países pagan los impuestos correspondientes.
Segundo, un ciudadano chileno o extranjero de visita en Chile se beneficia directamente de la obtención de esos servicios prestados en el extranjero, lo que me obliga a pagar el impuesto del país donde se encuentra establecida la empresa.
Tercero, los medios de pago de estos servicios pueden ser varios, desde tarjetas de crédito, tarjetas de débito (no disponible en Chile), envío de dinero (no disponible en Chile), envío por Courier, Paypal, Criptomonedas o transferencias bancarias internacionales. Dentro de estos medios de pago, solo los regulados son sujetos de intervención, ya que se informan al Banco Central.
Cuarto, si el bien es físico, pasa obligadamente por aduanas, pagando arancel (herramienta proteccionista) si corresponde, ya que hay tratados de libre comercio vigentes. Como el servicio no es físico, es imposible este tipo de gravamen.
Quinto, existe la falsa idea que UBER es ilegal, pero los automóviles que transportan a su dueño, familiares de este, o quien este estime ya han sido adquirido en un mercado que está afectó a varios impuestos. El combustible que utiliza para mover el vehículo también está afectó a impuestos, además del IVA. El chofer también está habilitado para conducir un vehículo, en que fue aprobada la licencia por la autoridad y cancelado su arancel.
Sexto, hace años atrás, los taxis proliferaban como los Uber, atendiendo la demanda que crecía con el desarrollo del país, pero el estado se vio colapsado al no ir atendiendo la demanda por nuevas vías de circulación a lo que accedió a una solución intervencionista para fijar la cantidad ofertada y el precio. Como resultado a esto, se produjo un desajuste en el mercado de transportes y no se dio abasto a la demanda, lo que se conoce como triángulo de pérdida social. Incluso los servicios bajaron su calidad, entraron choferes de menor calidad y los dueños de las cuotas se dedicaron a arrendar los vehículos cuyo mercado está en la ilegalidad ya que no pagan los impuestos correspondientes.
Séptimo, Uber para mejorar su servicio abre oficina en Chile – estrategia que le trae beneficios al ampliar mercado objetivo – ahora puede aceptar pagos en moneda local y en efectivo. Aprovechando la legislación local, opta por estructurar su negocio (que no es transportar gente) de manera de eludir el pago de algunos impuestos, lo que la hace legal en nuestro país. Otras aplicaciones de transferencia de información pueden ser gravadas respecto a la territorialidad de los servicios prestados, por ejemplo Easytaxi. Está App optó por una estrategia de cobrar a sus chóferes un porcentaje de los ingresos generados por el transporte de un pasajero. Su estrategia consistió en ofrecer gratuitamente la App a los chóferes de taxis inscribiendo el vehículo y entregándoles un logo. Está actividad de ofrecer el servicio de información si está gravada por las leyes vigentes, y como la empresa es local, debe cumplir con las obligaciones vigentes. Como vemos no hay ilegalidad alguna en ambas empresas. Solo se puede advertir que al igual como ocurre con los taxis, hay chóferes que no declaran sus ingresos debido a la imposibilidad de fiscalizar. Aún así, los costos que enfrentan ambos chóferes son distintos, ya que los taxis si pueden descontar el impuesto específico a los combustibles. Airbnb, es otro caso donde no hay tal desigualdad como se le pretende achacar, ¿cuanta hospedería existe sin cobrar los impuestos IVA a chilenos?, digo chilenos porque los extranjeros están exentos de este. Si un extranjero opta por utilizar la app para alojarse en un departamento de un particular, este sigue estando exento de IVA, más discutible si lo hace un chileno, ¿tendría que pagar impuesto IVA si usa la app para alojarse en Chile?, tal ves la respuesta sería discutible sobretodo si la información no es tan diferente que quedarse alojar en la casa de un familiar o amigo. El argumento “mismos servicios, mismos impuestos” carece de toda base científica al desconocer las diferencias de servicios, la regulación sólo privilegia a un sector, cuyo beneficio extra normal lo pagan todos los chilenos. En emprender y buscar soluciones a problemas tributarios los hacen hasta las empresas de mayor tamaño, tanto chilenas como extranjeras con operaciones en Chile.
Conclusión
Ante los hechos y los argumentos esgrimidos, en mi opinión estamos en presencia de acciones de grupo de presión por mantener su estado confortable en mercados excesivamente regulados, cuyo resultados les proveen beneficios extra normales sin ningún incentivo a competir por una mejor calidad y por una reducción de sus costos al integrar nuevas energías limpias.
Thomas Bell @tbellp
@EconoShot
Economista Econnect2People
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